Conversaciones entre narcotraficantes mexicanos interceptadas por la agencia antidrogas en 2014 dieron pistas sobre el destino de 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre del mismo año en Guerrero. Ahora, la información vuelve a generar polémica.
En el año 2016, la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA) entregó al gobierno mexicano 20 discos compactos que incluían transcripciones de conversaciones interceptadas a capos de Guerreros Unidos, que, desde Chicago, mantenían conversaciones con integrantes del cártel en el estado de Guerrero donde mantienen una lucha contra los Rojos por el control del territorio.
En estas conversaciones se incluyen mensajes intercambiados en septiembre de 2014 por distintos integrantes del cártel durante la crisis generada por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, la noche del 26 de septiembre en el municipio de Iguala.
La información entregada por la DEA ha estado en medio de la polémica en medio de las diferencias que surgieron en el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador en medio de las diferencias surgidas entre investigaciones independientes y el gobierno o entre las mismas instancias que reportan al presidente.
Versiones periodísticas, como la del influyente columnista Héctor de Mauleon sugieren que la agencia antidrogas ocultó deliberadamente información importante para entender lo que sucedió, principalmente el contenido de las llamadas ocurridas entre las 20:00 horas del 26 de septiembre y las 4:00 del día siguiente.
Sin embargo, este caso, uno de los más emblemáticos de los últimos años en materia de desaparición de personas, mostraría que Estados Unidos conoce e investiga más sobre grupos criminales mexicanos que el mismo gobierno.
Que Pasó Ese Día
El 26 de septiembre por la noche, los estudiantes de Ayotzinapa llegaron a la terminal de autobuses del municipio de Iguala, en Guerrero, para “tomar prestados” dos camiones en los que se trasladarían a una manifestación el 2 de octubre a la Ciudad de México.
Como uno de los camiones estaba “cargado” con droga que tenía como destino Chicago, integrantes del Cártel Guerreros Unidos pensaron que se trataba de integrantes de una organización rival conocida como Los Rojos.
Los líderes de Guerreros Unidos ordenaron desde Chicago recuperar la droga y “castigar a los responsables”, como se refleja en las conversaciones filtradas por la DEA y en conclusiones sobre los hechos realizados por el Gobierno de México.
El informe realizado por el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto decía que no existían pruebas de que autoridades locales o federales participaran en los sucesos del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala. También detallaba que el grupo Guerreros Unidos confundió a los jóvenes normalistas con sicarios de la banda rival “Los Rojos”.
Sin embargo, el caso 1:14-cr-00705 abierto por una corte de Illinois en contra de ocho personas acusadas de tráfico de drogas, detalla que al menos desde 2013 la DEA ya seguía la pista grupos delictivos que llevaban sustancias ilícitas desde el estado de Guerrero a Chicago y Aurora y a través de conversaciones interceptadas en 10 BlackBerry se conocieron una serie de detalles.
En el tema de combate al tráfico de drogas existe una colaboración e intercambio de información constante entre ambos países, por lo que antes de la masacre de Ayotzinapa, el gobierno de México ya debió de haber conocido las actividades de esta red de tráfico de drogas a Illinois y cómo existía complicidad de autoridades en distintos niveles para su libre paso.
En el tercer paquete de conversaciones sobre el caso Ayotzinapa enviado por el Departamento de Justicia de USA, prueba, a juicio de la Unidad Especial para la Investigación y el Litigio del caso Ayotzinapa (UEILCA), creada por el gobierno de AMLO, la colaboración de militares con la red delincuencial.
En el documento de acusación al que tuvo acceso el diario español El País, la UEILCA señala a 83 personas por delitos como delincuencia organizada o desaparición forzada, a muchos de ambos. “Existen dos casos adicionales. En uno, la unidad señala a dos expolicías de Guerrero de tortura y homicidio, por el caso del estudiante normalista Julio César Mondragón, uno de los tres asesinados durante el ataque, la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014. En otro, la dependencia señala a la expresidenta del Tribunal Superior de Justicia de Guerrero y a dos informáticos del poder judicial del Estado, por obstrucción a la justicia. Ellos tres están acusados también de desaparición forzada.”.
Sin embargo, la implicación de Fuerzas del Estado y la alta burocracia, gracias a la documentación entregada por USA, lejos de dar más luz al gobierno de López Obrador sobre el caso, generó discusiones internas.
La detención del exprocurador y creador de la impopular “verdad histórica”, Jesús Murillo Karam, el 19 de agosto, provocó un choque entre el titular de la UEILCA, Omar Gómez Trejo, y el fiscal general, Alejandro Gertz Manero. Este último ordenó acelerar el caso, el primero pidió un mes, pero Gertz se negó y lo apartó del caso. Luego, el fiscal general apoyó la cancelación de 21 de las 83 órdenes de detención, 16 de ellas contra militares, lo que provocó la renuncia de Gómez Trejo.
Las Filtraciones de la DEA
Una de las conversaciones interceptadas por la DEA que más llama a la atención es la realizada entre los hermanos e integrantes de Guerreros Unidos, Adán Zenen Casarrubias y José Ángel Casarrubias, publicadas por el periodista Jorge Fernández Meléndez en su libro La noche de Iguala, secuestro, asesinato y narcotráfico en Guerrero, y posteriormente retomadas en una sus columnas en el diario mexicano Excélsior.
Las conversaciones tienen lugar el 26 y 27 de septiembre de 2014 y confirman que la masacre de los 43 fue por una confusión ya que la gente de Guerreros Unidos tuvo la creencia de que en el grupo de estudiantes iban “infiltrados” sus rivales que les disputaban la zona “Los Rojos”.
Nota Editorial: Breitbart Texas viajó a la Ciudad de México y los estados Mexicanos de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León para reclutar a ciudadanos periodistas dispuestos a arriesgar sus vidas para exhibir a los carteles que amordazan a sus comunidades. Los escritores recibirían una muerte segura a manos de los carteles que operan en esas áreas incluyendo a el Cartel Del Golfo y Los Zetas si no usaran un seudónimo. Breitbart Texas’ Las Crónicas De Carteles serán publicadas tanto en inglés como en su contenido original de Español. Este artículo fue escrito por “Dharma Fernández” de Baja California