El gobierno de México envió más de 400 soldados a la ciudad turística de Acapulco mientras la región experimenta una ola de violencia de cárteles. En total, el gobierno tendrá aproximadamente 1,300 soldados en la región tratando de contener una guerra territorial entre una facción del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
En los últimos meses, Acapulco ha visto un aumento en los asesinatos donde los cárteles de la droga han estado dejando mantas y anuncios junto a sus víctimas. Esos asesinatos están vinculados a una guerra territorial en curso, dijo a la Agencia Informativa de México (AIMX) Adrián Olivas Franco, secretario de Seguridad Pública de Acapulco. Los asesinatos están relacionados con miembros de un cartel que intentan ingresar al territorio de un rival, dijo.
“Están haciendo justicia por su propia mano”, dijo Olivas Franco.
En los últimos días, los altos mandos militares de México anunciaron el despliegue de 400 soldados, incluido un escuadrón de 200 miembros de fuerzas especiales y 200 paracaidistas. En total, la región tiene 1.3000 soldados que se supone que deben tratar de controlar la narcoviolencia, reporto Infobae
Los conflictos más recientes están ligados a la llegada del Cartel Jalisco, que ha estado luchando no solo con facciones del Cartel de Sinaloa, sino también con una pequeña organización independiente llamada Cartel Independiente de Acapulco (CIDA).
Con estos nuevos efectivos ya son al menos 1.300 los militares en Acapulco que buscan reducir los niveles de inseguridad desencadenados por la guerra contra las drogas que se vive actualmente en todo el municipio, incluida la franja turística.
Desde principios de la década de 2000, no solo Acapulco, sino también el estado de Guerrero, se ha visto sacudido por varias olas de violencia de cárteles. La región ha estado históricamente controlada por facciones alineadas con el Cartel de Sinaloa. Sin embargo, otras organizaciones han tratado de moverse para tomar el control de las rutas de drogas de Centroamérica hacia el estado, así como la lucrativa distribución de drogas local y el comercio sexual que rodea a Acapulco.
Uno de los primeros incidentes violentos de alto perfil en Acapulco tuvo lugar en 2005 cuando miembros de Los Zetas, que en ese momento todavía formaban parte del Cartel del Golfo, llevaron a cabo varios ataques contra autoridades locales y estatales como parte de su estrategia en la lucha por el control contra una facción del Cártel de Sinaloa, reportro Infobae
El 2 de agosto de 2005, el entonces subdirector de la Policía Ministerial de Guerrero, Julio Carlos López Soto, murió afuera de un restaurante a manos de Los Zetas, informó Infobae. Apenas unos días después del asesinato, un grupo de los Zetas llevó a cabo un ataque con granadas contra el edificio de la policía estatal en Puerto Marqués. El entonces gobernador, Zeferino Torreblanca Galindo, fue citado afirmando que no quería ni podía luchar contra los cárteles de la droga.
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