Los cárteles continúan causando grandes masacres en un estado occidental de México mientras luchan por lucrativas rutas de producción y tráfico de drogas. En la masacre más reciente, un cartel dejó 7 cuerpos desmembrados durante el fin de semana.

El espantoso hallazgo tuvo lugar en el centro de la ciudad de Hidalgo, Michoacán, donde miembros del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) dejaron siete cuerpos desmembrados en el maletero de un taxi. Todas las víctimas mostraron signos de tortura y las autoridades creen que pueden haber sido desmembradas en vida.

Encima de los cuerpos, miembros del CJNG que se autodenominan Grupo X dejaron una cartulina en la que afirmaban que las víctimas eran parte de la organización criminal Los Correas. Ese grupo es uno de varios cárteles más pequeños y grupos de autodefensa en Michoacán que han unido fuerzas bajo la bandera de Carteles Unidos mientras libran una feroz guerra territorial con el CJNG. Carteles Unidos ha estado recibiendo ayuda del Cartel de Sinaloa, el principal rival del CJNG.

La masacre en Hidalgo se produce pocos días después de que otro grupo de sicarios disparara y matara a 11 trabajadores agrícolas de aguacate en el municipio de Tangamandapio, también en Michoacán. Como informó Breitbart Texas en ese momento, los trabajadores agrícolas no tenían vínculos con el crimen organizado y eran víctimas inocentes.

El estado occidental de Michoacán ha sido escenario de una larga guerra territorial entre Carteles Unidos y CJNG por lucrativas áreas de producción de drogas y lucrativas rutas de drogas hacia México desde Centroamérica. El gobierno de México no ha podido traer la paz a la región.