Oficiales policiacos en el estado fronterizo de Tamaulipas están rescatando a migrantes secuestrados para venderlos de nuevo a traficantes de personas vinculadas a cárteles. La práctica surge en un momento en que los traficantes en la ciudad fronteriza de Reynosa han estado secuestrando a migrantes centroamericanos para extorsionar a sus familiares, obligándolos a pagar un rescate.
Breitbart Texas habló con fuentes policiales estadounidenses que operan en México, así como con oficiales militares mexicanos que operan en el área de Tamaulipas y Nuevo León sobre la relación de trabajo entre el Cártel del Golfo y las fuerzas policiales. Las fuentes revelaron una nueva práctica que ha surgido después de que el Cártel del Golfo buscó sacar provecho de la actual crisis migratoria.
El centro de comunicaciones de la policía del estado recibe habitualmente numerosas llamadas sobre refugios de contrabando de personas y sobre migrantes secuestrados. Luego, esas llamadas se envían a los agentes de la Policía Estatal de Tamaulipas, quienes luego las investigan y acuden a las viviendas. Sin embargo, las fuentes policiales revelaron que, en algunos casos, los agentes de la policía estatal han estado entregando a los migrantes “rescatados” a un comandante diferente del Cártel del Golfo o a una facción rival de la misma organización criminal.
Si bien los funcionarios del estado de Tamaulipas han tratado de mantener la situación fuera del alcance del público, el problema ha causado cierto conflicto entre los funcionarios del estado y algunos de ellos han pedido que las llamadas de emergencia se envíen a las fuerzas armadas de México en lugar de a las fuerzas policiales estatales. A pesar del conflicto interno, la situación en las ciudades fronterizas de Reynosa y Matamoros sigue siendo la misma.
Breitbart Texas informó recientemente sobre los agentes del Instituto Nacional de Inmigración de México en Nuevo Laredo, que habían estado entregando a migrantes recientemente deportados a la facción Cártel del Noreste de Los Zetas. La organización criminal los tomaría como rehenes para extorsionar a sus familiares.
Gerald “Tony” Aranda es un periodista internacional con más de 20 años de experiencia trabajando en áreas de alto riesgo para medios impresos y de televisión que investiga el crimen organizado, la corrupción y el narcotráfico en los Estados Unidos y México. En 2016, Gerald tomó el seudónimo de “Tony” cuando se unió al proyecto Cartel Chronicles de Breitbart Texas. Desde entonces, ha salido de las sombras y se ha convertido en un escritor que colabora de manera exclusiva con Breitbart Texas.