Un grupo de sicarios que se sospecha ser parte de Los Zetas disparó contra un helicóptero de la policía estatal hiriendo al piloto quien se vio obligado a aterrizar la aeronave mientras sangraba abundantemente.

El ataque sucedió la tarde del viernes cuando un helicóptero perteneciente a la Policía Estatal de Nuevo León realizó un reconocimiento aéreo sobre una zona al noroeste del área metropolitana de Monterrey, que ha visto una fuerte presencia de actividad de cárteles en las últimas semanas.

Justo un día antes del ataque, la Guardia Nacional de México había allanado un narcocampamento donde se habían alojado miembros de la facción Cártel del Noreste de Los Zetas mientras la organización criminal buscaba ganar nuevos territorios.

La tripulación de vuelo sobrevolaba la zona donde se habían realizado los decomisos, cuando un grupo de hombres armados en tierra comenzó a disparar contra la aeronave. Algunas de las balas alcanzaron al piloto hiriéndolo, lo que lo obligó a él y al copiloto a realizar maniobras evasivas y regresar al cuartel general mientras pedían ayuda por radio.

Cuando el helicóptero aterrizó, el personal médico de emergencia estaba esperando para atender al piloto herido, que desde entonces ha sido reportado como estable. Fuentes policiales revelaron a Breitbart Texas que el piloto perdió dos dedos por uno de los disparos que le dió.

Como ha estado informando Breitbart Texas, las áreas al noroeste de Monterrey han visto una fuerte presencia de sicarios del CDN-Los Zetas mientras buscan obtener nuevos territorios por la fuerza de sus rivales del Cártel del Golfo. Los pistoleros han estado utilizando grandes convoyes de hombres armados en vehículos blindados para luchar contra sus rivales y, en ocasiones, chocan con las fuerzas policiales que habitualmente son atacadas cuando se enfrentan a los sicarios.