Breitbart Texas viajo a las ciudades fronterizas Mexicanas de Reynosa y Matamoros para reclutar a ciudadanos periodistas dispuestos a arriesgar sus vidas para exhibir a los carteles que amordazan a sus comunidades. Los escritores recibirían una muerte segura a manos del Cartel Del Golfo si no usaran un seudónimo. Breitbart’s Las Crónicas De Carteles serán publicadas tanto en inglés como en su contenido original de Español. Este artículo fue escrito por “JA Espinoza” de Matamoros.
MATAMOROS, Tamaulipas — Hablar de la frontera de Matamoros, es situar geográficamente al norte de Tamaulipas, donde no solo se le reconoce por ser sinónimo de violencia, o de narcotráfico, o cruce de ilegales y secuestros. También es hablar de historias de cruentos enfrentamientos que han dejado huella en los últimos años, ruinas que hoy recuerdan a figuras que operaba para el crimen organizado.
Una frontera que ha transformado la imagen de ciudad y que lucha por cambiar lo que tanto daño hace a su comunidad y a su economía.
La ciudad fronteriza de Matamoros es una muestra fehaciente que recuerda el paso de la historia, con personas armadas a bordo de camionetas, chalecos blindados, persecuciones y bloqueos.
Hechos que pasaron y continúan registrándose en sus principales avenidas donde, los residentes fronterizos han sido testigos de enfrentamientos entre miembros de bandas contrarias así como entre sicarios y militares.
Hoy a varios años de que se registran este tipo de hechos, las avenidas y sus cruces, plasman el escenario de lo que es la frontera.
Al paso de los años y las principales avenidas de Matamoros se han transformado en un corredor que muestra cruces y altares vestigios mudos de las cruentas luchas.
En sus altares, los familiares y conocidos han colocado cruces, arreglos florales, rosarios e incluso artículos personales de quienes quedaron sin vida, así como objetos que gustaban traer consigo en vida.
Persecuciones que han concluido en confrontaciones en calles y avenidas de la frontera Matamorense han dejado a civiles armados al interior de unidades vehiculares sin vida.
Lugares que han sido marcados por familiares llenándolo de cruces y monumentos donde incluso su nombre y su alias de “comandante” mantienen atribuido en símbolo de respeto para quienes continúan siendo parte de los grupos delictivos.
Muestra de ello, la Avenida Cantinflas y calle Tarahumara, colonia Praderas, Palo Verde y Juárez, Tecnológico, Independencia, Fundadores, Esperanza, áreas ubicadas al oriente de la ciudad, sector de cruentos enfrentamiento
Asimismo al poniente de la ciudad sobre la carretera sendero nacional, Uniones, primero de Mayo, Puerto Rico, Acción Cívica y carretera Matamoros Reynosa, así como áreas de la periferia.
Sin tomar en cuenta los ejidos, donde se carece de acceso y donde existen cientos de tumbas clandestinas donde han quedado integrantes de bandas contrarias.
Actualmente transitar por estas avenidas, es parte de la historia muda de Matamoros, es reflejo de lo que paso, una cruz con fecha y nombre que hace referencia a personas que perdieron la vida en un enfrentamiento buscando mantener el dominio de territorio.
Los reportes de balaceras, y enfrentamientos en la ciudad fronteriza de Matamoros, han dejado muestra también de la preocupación de gobiernos extranjeros por buscar salvaguardar la integridad de sus ciudadanos, emitiendo alertas consulares para dar información sobre las refriegas.
Dando a conocer en sus páginas oficiales de Facebook y Twitter sobre los hechos para que se mantengan las medidas preventivas por parte de la población y de los ciudadanos.
Desde el 2010 a la fecha, no se tiene un registro concreto de los hechos violentos que han ocurrido en esta frontera, ni las muertes provocadas por la lucha entre carteles.
Sin embargo las coronas, altares y cruces son la viva muestra de una pequeña parte que evidencia los hechos de la historia de esta frontera.
Estos hechos no se mantienen documentados de manera oficial por parte del gobierno de Tamaulipas, ya que las cifras oficiales no coinciden con el número de cruces que se encuentran a lo largo de todo el corredor fronterizo como una evidencia de crimen y muerte